Ayer cumplí 41 años, me gustaría hacer uno de esos post inspiradores en donde les cuento todo lo que he aprendido este año, como he vencido incontables obstáculos creciendo con cada una de esas piedras en mi camino, pero la verdad, es que siento que de los 40 a los 41 no he aprendido nada.
Tal vez se necesita un ciclo de cinco años o de diez para qué les puede enumerar verdaderos cambios, o tal vez sea que mientras no aprenda a sobreponerme a esas cosas que ya identifiqué que me cuestan mucho, no puedo pasar a lo siguiente para aprender.
Pero algo que si puedo hacer para mi yo del futuro es escribir sobre lo que esta sucediendo en este momento:
-Estás por terminar la maestría, bueno, al menos las clases, la tesis todavía estás trabajando, tienes pocas esperanzas de terminar antes de noviembre, pero ojalá se logre.
-Estás empezando a sentirte muy ansiosa porque ya se te va a acabar la beca y tendrás que empezar a buscar trabajo de nuevo…o un doctorado. No sé cual de las dos te da más ansiedad buscar.
-Llevas un mes viviendo en casa de tus suegros porque la casa de Riley tuvo una falla estructural y de drenaje, parece que ya se arregló, sí, claro que te jode porque por fin sentías que ya era más hogar que casa de Riley.
-No tienes dinero, pero sigues teniendo mucho amor.
-Wey ya, última llamada para cuidar tu cuerpo, dijiste que ibas a ir a natación pero en lo único en lo que nadaste fue en deudas, ok, ni modo, pero si sal a caminar aunque sea.
-Y lo mismo con tu mente, que además de hacer karmayoga y dedicar méritos no pase un dia sin meditar aunque sea 15 minutos. Lo necesitas. Lo necesitas un chingo.
-Eres una excelente mamá, no porque ya seas bien cabrona lidiando con todas las situaciones, si no porque ya estas más abierta a tomar distancia y observarte y aceptar cuando te equivocas para no volver a caer la próxima vez y siempre hay una próxima vez. Le echas ganas, te importa, investigas, lees, te inventas cosas, los quieres y por eso eres una mamá maravillosa, eres un adulto con el que cualquier niño puede estar seguro.
-No olvides mirar a los ojos a las personas y ponerles toda tu atención cuando hablan, no tengas miedo a «incomodar»
-Tienes amistades de muchos años, no sean negligente, mensajea de vez en cuando.
-Y aunque suene darks recuerda que cada cumpleaños es un año de vida más, pero también un año de vida menos, cada vez te acercas más a la muerte en esta vida y algo muy importante, a la muerte de las personas que quieres en esta vida, especialmente a las de tus papás, abuelos y tías, no faltes a las reuniones familiares, hablale a tu mamá para que tenga con quien quejarse de lo pesado de sus días, mandale mensajito de audio a tu papá, manda mensajitos en el chat grupal.
-Sí puedes ser más cariñosa, esta bien, esta permitido.
-Sí puedes enojarte, esta bien, esta permitido.
-Ya a estas altura, creo que no vas a dejar de hacer lo que te gusta por lo que piensen o digan los demás, pero si algún día dudas, recuerda de nuevo que la vida es como una burbuja de agua, el momento de morir es cierto y al morir te convertirás en cadavér, X lo que piense/diga la gente, que a parte ni te conoce ni te quiere, por que la gente que te conoce y te quiere te deja ser.
Te quiero mucho yo del futuro, me caes cada día mejor, ojala podamos ser cada vez mejores amigas.
Creo que he escrito de forma inconexa y en diferentes redes por qué acabe siendo fan de Bitiez, pero no en mi blog, pero si es una cosa importante en mi vida, así es que aquí va.
Primero, quiero decir que sé lo raro que se puede ver que con casi 40 años esté obsesionada con una boyband de vatos coréanos de 23 a 30 años. Pero también quiero dejar claro que no me importa. Quiero decir, probablemente podríamos debatir como lo he hecho con el consorte sobre si son “evil” debido a la industria a la que pertenecen o si son “reales” en cuanto a sus personalidades y relaciones, pero ello no afecta para nada la forma en que me relaciono con el contenido que generan y que me hace tan feliz.
Bts lleva muchos años trabajando (desde 2013), su empresa era una empresa tan pequeña que básicamente eran su único grupo (y por lo mismo al inicio sus condiciones de vida debido al modelo bajo el cual se entrenan los idols implicaba que los 7 vivían en una mini casa con un cuarto para todos, por ejemplo) pero inteligentemente la forma de abordar sus letras y la conexión con el exterior hizo que se volvieran famosos fuera de Corea, así es que ya había oído hablar de ellos desde 2018-2019 y había escuchado las canciones más famosas que habían entrado de la mano de artistas gringos que si conocía (como Steve Aoki), pero la verdad, tampoco les puse mucha atención, los confundía, etc.
Cuando en 2020 la nación del fuego atacó, claro que la ansiedad y la sobrecarga mental y de cuidados me aplastó, como a muchas mujeres que se vieron encerradas en sus casas con sus niños sin ayuda de familiares y sin posibilidad de ir a lugares seguros de esparcimiento. El consorte andaba en sus últimos semestres de la maestría más la chamba habitual así es que andaba igual de sobrecargado. En Abril nos cayo el chahuistle y mi hermano que es inmuno suprimido se enfermo de covid, afortunadamente contra todo pronóstico, no solo logro salir sino que mis papás no se contagiaron (de verdad de verdad todo esto fue un gran milagro que por supuesto voy a atribuir siempre a las plegarias de mis redes de apoyo espiritual)
Durante ese año, las fans de Bts se habían vuelto más conocidas por las acciones políticas llenando de vídeos hashtags racistas, homofobicas, pro Trump, etc. y eso hizo que me cayeran bien. Supongo que di mucho fav en twitter porque el algoritmo pronto empezó a sugerirme mucho contenido de ellos y pues un día dije: vamos a ver que es Bitiez.
Y pues justo como dice su canción Pied piper:
한 시간이 뭐야 일이년을 순삭해
(¿Una hora? Antes que te des cuenta, un año o dos pasarán rápido)
Y pues así fue, en las noches de insomnio en las que mi mente me jugaba malas pasadas, en las que se iba a los lugares más oscuros, en las que me daban náuseas y de repente sentía como el corazón se aceleraba y miraba a mi alrededor y todos dormían, empecé a ver sus videos musicales, pasé noches identificándolos 😂 claro que como muchos occidentales al principio los veía iguales y confundía a Suga con J-hope, empece a ver los Runs, que son los realities que tienen (salían los martes, ahorita están descansando), los detrás de cámaras de los viajes, presentaciones o videos, los vlives en donde platicaban con la gente, en donde salían comiendo (la de horas que he pasado viendo a estos vatos comer jajajaja), los realties que hicieron de sus vacaciones por el mundo o al bosque, los videos de los ensayos, el universo Bts, Bt21, etc etc. Empece a ser capaz de identificar las coreografías aunque no escuchara la música, a reconocerlos hasta de espaldas o en sus versiones animadas, a escuchar sus canciones (aunque sea la primera vez que las oigo) e identificar sus voces, a apreder todo el slang del kpop, los chistes locales de Army, escogí mis bias (Suga y JK) y mis bias wrecker (Tae y Jimin) pero claro que acabe queriendo mucho a todos y no hablo metafóricamente, de verdad, siento que los quiero, que los aprecio, que deseo que estén bien y felices.
Se volvieron mi asrm.
Escuchar sus playlist me anima lo suficiente para arrancar las actividades, ver los videos, programas, reels, tiktoks etc. me hacen sonreír (o reír), se volvieron algo que me une a muchas otras personas de todos las edades y países con las que puedo compartir la emoción de ver un concierto en línea (a las 4 am porque Army Latinoamericana) y son algo extra que me une a personas con quien me había unido por ejemplo la maternidad, pues de alguna forma se volvió una cosa mandarme gifs, videos, etc con varias mamás Army y amigas, por twitter y por instagram y aunque puede parecer algo super X , de verdad me hace muy feliz abrir mis mensajes y ver lo que me mandaron y platicar y mandarles otros y reirnos y hacer nuestras teorias todas mensas sobre lo que hacen o lo que no hacen o platicar sobre lo que hicieron o acompañarnos en las madrugadas de conciertos y presentaciones.
Yo estudié comunicación, así es que no soy una inocente adolescente que cree que todo lo que publican en redes sociales o escoger su ropa o lo que dicen o hacen nace totalmente de ellos, sé que tiene un equipo enormeeee detrás escribiendo guiones, decidiendo cuál es el mejor momento para hacer o decir tal cosa, llevándoles sus redes (no siempre), escogiendo como van a presentarse, editando los videos para que cuenten una cosa en específico, etc. Pero también, después de observar tantas y tantas horas de contenido, contenido muy editado como contenido de fans, contenido más relajado, pienso que es imposible mantener una “personalidad” totalmente asignada, después de todo son seres humanos y su personalidad real se debe ver reflejada de vez en cuando y creo que eso es lo que los hace especiales, que se sienten genuinos. Lo cual, viniendo de una industria donde literalmente prefabrican grupos de idols cada año, es especial.
Digo, puede que no, puede que en unos años cuando veamos el documental «Bts la verdadera historia» o algo así, resulte que se llevaban muy mal y que se la pasaron muy mal mientras se volvían millonarios (espero que no jajajaa porque los quiero mucho y espero que se la pasen bien) pero por lo pronto, siento que es cierto la ingerencia que tienen en su propia carrera.
Es algo que no solo puedo ver con mis hijos (hay muchos videos de música que me gusta que no dejo que mis hijos vean) sino que me parece super bien que vean: hombres usando maquillaje, aretes largos, siendo cariñosos y «lindos», usando faldas de vez en cuando, bailando y hablando otro idioma. Sí, claro que sí es algo que quiero que los niños vean.
Su amor por los poemas acrósticos jajajaa ¿que tan random es que amen tanto hacer poemas acrósticos? creo que es una cosa cultural, como su forma de jugar Piedra papel o tijera o la forma de ser lindos, como lo kawaii en Japón, pero ellos le llaman aegyo.
En fin, de verdad podría aventarme otro rato escribiendo de porque me gustan tanto, de sus canciones, de sus letras, del fandom que es tan grande y variado que en twitter he encontrado por ejemplo cuentas de Armys academicas (así con maestría y doctorados haciendo investigación sobre varios temas incluyendo claro Bts), Armys abogadas, psicólogas, cuentas dedicadas a hacer eventos de caridad para hacer donaciones en su nombre, cuentas que relacionan poemas o arte con sus fotos o videos, cuentas que comparten recetas de lo que ellos cocinan o comen, la gran cantidad de personas aprendiendo coreano (y pienso que en estas cosas podríamos hablar del impacto real que están teniendo en varias generaciones).
También tal vez otro día me ponga a escribir sobre la alegría e intensidad que creí no experimentaría como oyente adulto y como ya sea yo misma u otros me han hecho sentir que estoy violando algún tipo de límite social, ya saben, el prejuicio de que “ya no estás en edad de que te guste algo así”, lo cual me parece a estas alturas muy gracioso: si de algo estoy en edad es de decidir que consumo o que no. O tal vez sobre la tradición de burlarse de las «boys bands» y sus fans, que a menudo, pero no siempre, son mujeres jóvenes y que esta arraigada en la discriminación por edad y la misoginia .
O de lo cansado que puede ser para las armys mayores, no poder tener discusiones significativas sobre BTS con muchas personas en nuestras vidas, y sobre lo cansado que es estar constantemente, en algún nivel, controlando nuestro disfrute (como no llenarles el twitter y el ig de cosas de BTS) .
Ya no tengo ninguna intención, como en mi adolescencia de convencer a nadie sobre lo que me gusta, pero si siento, esta necesidad constante de disfrutar en todas sus dimensiones esto que me gusta, si les invito no es porque quiera convencerles de algo en particular, sino porque me hacen tan feliz de forma casi instantánea que me gustaría que más personas pudieran encontrar esta «felicidad fácil» que tanta falta hace en el paso de los dias.
Les dejo una de mis presentaciones favoritas de Idol
Anuar empezó su maestría en septiembre de 2019, la verdad cuando me dijo me empute un chingo. Teníamos un niño de 3 años y otro que aún no cumplía 1, que él decidiera entrar a una maestría de dos años implicaba que yo iba a seguir siendo mamá que se queda en casa sí o sí, porque encargarle los niños a las abuelas o escolarizarlos tan peques no era algo con lo que estaba a gusto. Además hizo todos los trámites y todo sin avisarme, sin preguntarme si estaba de acuerdo, obvio lo platicamos después que lo aceptaron, me dijo que la verdad todo lo había hecho muy al vapor porque se había enterado tarde de la convocatoria (y si conocen a mi esposo, saben que esto no es paro, es bien frito de repente) y que no pensó que lo fueran a aceptar, pero lo aceptaron, que si no estaba de acuerdo pues no entraba y ya .¿Ustedes creen que yo le iba a decir que no entrara? ¡Pues no!, estaba contenta por él, pero era una maestría PNPC, o sea, sí, nos iban a dar dinero, pero sabia que estaba menospreciando la carga de trabajo que iba a representar (he visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por hacer una maestría PNPC) , además se iba a quedar con su materia que daba en la Universidad, lo cual significaba que estaba entrando a un trabajo de tiempo completo en el que cuidar niños y ayudar en casa no iba a ser prioridad.
En fin, quedamos en que estaba bien que hiciera la maestría y eventualmente si yo quería volver a trabajar en ese lapso o algo pasaba y no podía hacerme cargo de los niños, podíamos encontrar la forma pidiendo ayudas a las redes de apoyo o escolarizándolos, que en el peor de los casos dejaba la maestría y ya.
En febrero de 2020, había empezado a intentar volver a las escuelas donde había trabajo y estaba empezando a buscar otros lugares para dejar curriculums, incluso estábamos viendo escuelas para Dorje, porque ya había cumplido 4 años y podía empezar el prescolar, pero como todos sabemos en Marzo de 2020 la nación del fuego atacó y todo se fue al carajo. Algunos de los proyectos freelance que teníamos se fueron al carajo, las clases se volvieron virtuales y el trabajo presencial , como todos sabemos se precarizo, amigos que tenían negocios de comida o que eran dentistas o tenían gimnasios, etc. de repente se encontraron frente a un panorama aterrador, incluso los que tenían trabajo “seguro” en empresas, se la pasaban tronándose los dedos de que la empresa quebrara o que los corrieran para mantenerla o que los descansaran semanas sin sueldo, sin embargo, durante todo ese tiempo, al menos económicamente, nosotros nos mantuvimos con el ingreso estable de la beca y para no perderla, Anuar trabajo mucho mucho y eso significo que yo también trabajé mucho en casa. Y bueno, sobre todo las mamás saben lo que ha significado maternar solas en época de pandemia.
Obviamente, Anuar paso por muchas etapas de presión y estrés, incluso el último semestre se le bajaron tanto las defensas por dormir menos de 3 horas al día por entregar cosas que le dio herpes zoster. Cuando lo veía así, cuando me decía que le daba miedo no pasar el semestre, nunca paso por mi mente que si eso pasaba significaba que él era un fracasado o que estaba tirando por la borda todo mi esfuerzo en cuidar niños y no dejar que la casa se volviera un muladar (al menos no al 100%), creo que hubiera pensado eso si aparte de dejarme con los niños se la hubiera pasado viendo netflix o pendejando, pero siempre lo vi esforzándose así es que siempre tuve esta idea de que si su salud mental o física se veía amenazada lo mejor era que dejara el posgrado, sin pena, sin duda, porque yo lo quería a él con o sin maestría y porque la beca se iba a terminar si o si en dos años, no valía la pena morirse por algo así. Bueno, afortunadamente logro terminar adecuadamente todos sus semestres y ya nomás falta la titulación.
Nosotros platicamos mucho y en una de esas platicas quedamos que cuando él terminara la maestría se iba a dedicar más a los niños y era mi turno de hacer lo que quisiera, trabajar, estudiar, lo que quisiera. Así es que estuve pensando que quería hacer, pensé en buscar trabajo, pero la pandemia aún no termina y todo esta muy precarizado, además siempre me ha parecido que prefiero seguir freelanceando y batallando de dinero con tal de tener tiempo con los niños y Anuar que conseguir un trabajo de todo el día por un sueldo muy bajo (y luego sin prestaciones ni nada, como andan los trabajos de ahora) obvio, si se tiene que hacer pues se tiene que hacer y ya esta, pero si podía mejor conseguir horas clase o algo parecido lo prefería, ahora con el covid, pues peor, porque que amsiedam arriesgarme a ir a trabajar presencial cuando aún no tengo mi esquema completo de vacunación, así es que estuve pensando en hacer lo mismo, meterme a una maestría, así iba a matar dos pájaros de un tiro, iba a estudiar y me iban a pagar por eso como en un trabajo, probablemente lo iba a poder seguir haciendo en casa y si tenia que ser presencial iba a iniciar cuando ya tuviera mi esquema completo o con poca gente.
La convocatoria se lanzo en octubre del año pasado y yo fui dejando todo porque me empezó a dar miedo ver la de a deveras, no estaba segura de si lo que se me había ocurrido de tema para hacer el protocolo tenia siquiera sentido, no tenia tiempo para estudiar para el exaniii menos para el Toefl, además son malísima en inglés, no pensé alcanzar el puntaje que necesitaba, total, en marzo nos mudamos a la casa de Riley, me aventé casi todo el acomodo yo porque Anuar estaba en su penúltimo semestre y literal había días que no lo veíamos para nada a pesar de que seguíamos encuarentenados. Decidí que lo iba a intentar y que pos si no se hacia pues ni modo. La bronca es que el limite para terminar los trámites era Junio y los exámenes que son requisito tienen fechas muy especificas, así es que las ultimas fechas que alcance fueron en Mayo y ya era de las pasas o las pasas, porque las que siguen son hasta Julio y ya no vas a alcanzar a meter papeles. Así es que Mayo fue un mes bien divertido en el que “estudiaba” (veía videos de youtube) para mis exámenes. El día del Toefl hasta me dio diarrea jajajajaja. Anuar me había dicho que me iba a dar unas dos semanas antes de la entrega para terminar lo que me faltaba del protocolo, pero pasaron cosas en la familia y total lo acabe terminado en las noches y en ratitos y sentí que era una porquería y que claro que iban a decir no gracias. Lo entregue nomás porque ya había pagado y pasado los exámenes. Y pues pase a la etapa de entrevista. En la entrevista tienes que hacer una presentación de 15 minutos donde explicas tu protocolo y luego las personas que te entrevistan te hacen preguntas y te dan sugerencias. Justo fue la semana en que Anuar tenia su entrega final y se enfermo, así es que no pudimos hacer relevo y tuve que hacer mi presentación y estudiar para mi entrevista en ratitos, los niños vieron tanta tele esa semana. Pues me destrozaron en la entrevista, me hicieron tantas correcciones que sinceramente pensé que ya, hasta ahí había quedado, pero pase a la ultima etapa, el curso propedéutico. Y ahora que sí es ya una posibilidad, ya me dio mucho miedo amigas, ya me quiero rajar.
Aparte es un sentimiento bien raro, me da miedo no quedar y me da miedo quedar, jajajaja, me da miedo no quedar por lo que eso significa, lo que es “fallar”, manejo muy mal fallar, es un trauma de la infancia, en mis tiempos los papás y las mamás no eran muy duchos con eso de la inteligencia emocional, ahora me doy cuenta que mi mamá trato de realizarse a través de mi, así que presionarme en la escuela era natural, yo era esa niña que lloraba si sacaba 9 porque sabia que me iban a regañar en mi casa, sufrí mucho en medicina, el otro día estaba pensando que si sigo viva es porque mi papá me dijo «si vas a seguir así de enferma por el estrés mejor salte», si hubiera sido la Simone Biles mi mamá me hubiera dejado de hablar un rato por salirme de la competencia, “fallar” y cambiarme de carrera implico años de reproches super hirientes de su parte, en fin, mucho trauma, así es que para evitarme esa presión extra nadie más que Anuar, un amigo y el twitter sabían que estaba haciendo (mis familiares no tienen twitter).
Me da miedo quedar, porque eso va a implicar mucho compromiso, mucho cambio en la familia, el miedo de entrar y no pasar de año, el miedo de no ponerme al corriente, digo, todos mis compañeritos tienen menos de 25 y se dedican a estudiar, yo siento aún tengo el mombrain muy activado, leer cosas tan complejas para armar el protocolo me costo mucho, escribir el documento no se diga, sé que el proceso de un posgrado no van a ser más leves, en fin; todo, todo lo que va a significar entrarle a la vida académica me da cosa. Pasé muy mala semana antes de iniciar el curso porque de verdad me dieron muchas ganas de auto sabotearme como siempre: mejor decir que “no quise”, que “no tenia tiempo”, a decir que no pude. Además me bajo y yo creo que por la vacuna, pero es una de mis peores menstruaciones en mis 28 años de reglar, me sentía hiper cansada y muy agitada emocionalmente.
Pero también durante esta semana he estado pensando mucho en lo que le digo a los niños cuando tienen miedo, cuando intentan algo y fallan, en lo que sentía por Anuar cuando él me decía que se sentía así, como un día que estuvo casi a punto de reprobar una materia.
Y pues voy a tomar mis propios consejos:
• No sabes si no lo vas a lograr si no lo intentas.
• Puedes intentar y si no te gusta, dejarlo, no pasa nada.
• Ser valiente no es no tener miedo, ser valiente es hacer las cosas aunque tengas miedo.
• Yo siempre te voy a querer sin importar lo que pase (nadie me va a dejar de querer si no entro o si me salgo)
• No tienes que ser el primero, no tienes que ser el mejor, lo único que tienes que hacer es esforzarte, dar todo lo que puedas.
• ¿Qué puedes aprender de esto?
• ¿Son más o menos los beneficios de hacerlo?
• ¿Son más o menos los beneficios de no hacerlo?
• Fallar esta bien, significa que lo intentaste y siempre puedes volver a intentar, ahora sabes algo extra, tal vez eso ayude a no volver a fallar.
• ¿Qué es lo más terrible que puede pasar? “Eso” (lo más terrible que puede pasar) ¿realmente es algo tan malo que sea mejor no intentar?
Y en serio, un día antes de ir al curso, estábamos platicando y Dorje me escucho y le platique que estaba nerviosa por regresar a la escuela y pues como siempre, nos dijo lo que le decimos de forma amorosa: tienes que ser valiente mamá, cuando termine vamos a ir por ti.
Me di cuenta que es injusto que le pida que haga esas cosas cuando yo no las hago, cuando yo quiero botar todo y hacerme bolita debajo de las cobijas.
A lo mejor suena a que pinche exagerada, pero creo que quien ha tenido ansiedad durante toda su vida o sindrome de la impostora, saben a lo que me refiero y lo abrumador que puede ser, después de todo, es algo totalmente mental y la mente es muy poderosa, para sacarte de ahí, pero también para hundirte.
Aunado a mis propias desavenencias mentales se agrega la culpa materna, ya saben, sentirme mal porque los tengo que levantar temprano, una noche antes Dorje se quedo llorando porque no quería que al otro día me fuera y cuando me fueron a dejar Aleph se quedo llorando en el carro, pasármela todo el día haciendo tareas o en clase en linea y no pelarlos mucho y saber que si me aceptan esa va a ser la rutina, no están solos, claro que no, Anuar esta con ellos, él se ha encargado de ellos toda la semana y así va a ser si me quedo, pero ¡ay!, este pensamiento recurrente de sentir que no la armas en nada ¿me entienden? ese sentimiento de que todo lo haces a medias y mal: no alcanzas a ser buena mamá, no alcanzas a tener la casa limpia, no alcanzas a terminar tu trabajo, no alcanzas a hacer tus cosas, no alcanzas a hacer tu practica religiosa (en mi caso), no alcanzas, te estiras y te estiras hasta que te rompes y ni así logras cubrir, alcanzar, armarla en algo.
Y como me dijo mi comadre (que me hizo un parote platicando conmigo y ayudándome a gestionar, te quiero Lali) no te das cuenta que la armas en un chingo de cosas y que estas intentado hacer la chamba de muchas personas y sea como sea, lo estas logrando, ahí va. Con ese «poquito» los niños siguen vivos y creciendo, con ese poquito comen todos, con ese poquito hay trastes donde comer, con ese poquito sacas el trabajo, con ese poquito los niños aprenden cosas y se ven contentos, con ese poquito tu pareja se siente querida, de poquitos ahí vamos.
Si te alejas a veces puedes ver lo absurdo que es ese sentimiento, pero mientras estas en esa dinámica es tan difícil darte cuenta.
También siento que me va a costar mucho trabajo ceder el espacio de cuidadora principal, soltar ese tiempo completo, sé que él va a sufrir siendo papá de tiempo completo, ya esta primer semana me estuvo diciendo cosas (que ya sé, que todas sabemos) que suceden cuando te encargas de los niños.
Esta que viene es mi ultima semana del curso propedéutico, ya la cague contándole a mi mamá que estoy aplicando, eso me mete algo de presión y al mismo tiempo fue muy liberador, como que ya decir “ay ya no tengo 13 años, ya alv” (aunque le dije por frita no por que lo hubiera planeado), ya me siento más tranquila, me ha gusto utilizar de mi cerebro para otra cosa que no sea criar, es increíble poder enfocarme en algo, empezarlo y terminarlo sin interrupciones, incluso si no quedo voy a estar contenta con esto, con haber llegado hasta aquí.
Y voy a agregar este consejo a los consejos que le doy a los niños y a mi misma:
Nos mudamos a finales de febrero a lo que como broma local llamamos la Casa de Riley (¿se acuerdan cuando en Inside Out, Riley se muda y su nueva casa está toda fea…pues bueno…)
La primera casa a la que nos mudamos era antes oficinas, así es que básicamente tuvimos que reconstruirla, pero pues no teníamos hijos y podíamos regresar por las noches a dormir en nuestras cómodas casas maternas. La segunda casa era el depa del que venimos, a ese no hubo casi nada que arreglarle y pues ahora estamos en una casa a la qué hay mucho que arreglarle pero es algo complicado con pandemia, trabajo y niños.
Así es que todo va lentooooo. La primer semanal me esforcé y logré acomodar casi todo para tener las áreas principales despejadas, aún faltan cosas pero depende de nuevos muebles y repisas que no hemos tenido tiempo/dinero para mandar a hacer, además, ahorita los recursos se han ido a reforzar la seguridad porque nuestros boomers vivían de una forma bien rara, con muchas goteras y cables pelones y cerraduras sin llave y cosas así. Tenemos que cambiar el portón y mandar a poner protecciones a las ventanas y una alarma porque la colonia no es de las más seguras, cuando el esposo vivía aquí (era su casa materna) justo uno de los días en que estaba conmigo arreglando el que sería nuestro primer cubil se metieron a esta casa y se robaron su lap y muchas cosas, así es que está algo paranoico con el tema, más que con las cosas materiales, con el hecho de que se meta alguien a casa cuando él tenga que salir y estemos solos.
Esta semana ya ando muy embotada, me bajo el fin de semana y solamente quisiera ser como mi gata Vidaberta que es súper nerviosa y odia los cambios, por lo que desde la mudanza se la pasa el día escondida en el closet de la oficina lejos de los niños y demás gatos. Yo también quiero estar escondida en un closet ¡déjenme regresarme al closet! Jajajaja aiñs…
Desde que llegamos no hemos salido más que una vez porque aparte del desmadre de la mudanza A. ha estado al tope de trabajo y pues no se ve para cuando pueda tener varios días de desconexión, la verdad, esperaba un poco con ansias las vacaciones de Semana Santa, pero ya me di cuenta que vamos a tener que sacar la chamba de un cliente para esas fechas, además de que si tengo tiempo «libre» debería empezar a tratar de escribir las ideas desordenadas que tengo que entregar en junio y si no, seguro hay que aprovechar para avanzar lo más que podamos en que esto sea mas cubil y menos casa de Riley.
Y la pandemia si me está jodiendo mucho. Podríamos avanzar un montón si pudiéramos apoyarnos en nuestras redes dejando a los niños con las abuelas, pero aún no están vacunados y pues prefiero seguir sufriendo a que se vayan a contagiar (les abueles y mi hermano), digo, hemos estado tan encerrados (solo sale A por víveres) que no creo que tengamos Covid pero ya casi cumplimos el año encerrados y no nos hemos infectado, así es que creo que la paranoia si ha servido de algo y mejor aguantar hasta que estén vacunados.
Pero estos días de verdad siento que estoy en un loop y que no logro organizarme, que los tiempos no me están dando y no me están funcionando para hacer lo mundano y tener tiempo de convivir con atención con los niños.
Estoy fastidiada y me cuesta mucho conectar amorosamente con niños y A. y no veo como reiniciarme. Me siento como una computadora que falla y esta sobre calentada pero a la que no pueden apagar para reiniciar porque está haciendo algo importante, al ratito la reiniciamos, al ratito.
No crean que estoy sola o algo así, sé que A anda igual que yo, ve más a sus alumnos y compañeros en juntas que a sus hijos y sé que odia eso, sé que si le digo va a decir que me tome el día y blabla, pero pos también me preocupa su salud y que a veces duerme bien poco por la chamba y la maestría y que si me quedo desconectada igual me la voy a pasar mal escuchándolo batallar con los niños mientras intenta lidiar con los clientes y así y pos en épocas de pandemia y siendo él por ahora el que trabaja “fuera” pues no quiero agregarle a mi estrés: esposo desempleado. Si todo sale bien para fin de año vamos a estar peor jajaja porque estaremos () trabajando “fuera” los dos. Ya ni quiero decir que ojalá ya esté mejor lo del Covid porque pues ya es como que bien absurdo planear pensando eso, así es que meh.
Tengo que encontrar cómo organizarme o me voy a descomponer. Podría darme el consejo de mandar todo el trabajo doméstico (incluyendo reparaciones) al chorizo y dedicarme a conectar con los niños o a pendejear, pero se que me voy a arrepentir porque es trabajo que nadie más puede hacer por ahora y en mi caso no ayuda a mi estabilidad mental vivir en el desmadre total. Además en la Casa de Riley hay cucarachas y dicen que hasta había una ratita y la basura pasa cada mes y los carretones traen animales y entonces hay que andar cazando a los que no traen animales y salir corriendo mientras peleas con el portón porque pasan como si su chamba no fuera recoger la basura y eso significa que batallamos para tirar la basura y que eso puede llamar a las cucarachitas y las ratitas y si aparte adentro en la cocina también dejo todo puerco pues si va a ser un problema (hasta ahorita las cucarachas entran poco, las sacamos vivas para que los gatos no las maten y la rata creemos que se fue hace mucho porque jamás vimos nada de ella)
En fin…por lo menos los niños están muy contentos en la casa de Riley, tienen más áreas para desordenar (y tendrán más) y los gatos también tienen su propio espacio libre de niños (aunque el Amor y Pepeshuy aman estar en las áreas comunes)
Bueno, hasta aquí el desahogo, siempre me pasa que después de quejarme y quejarme puedo ver todo desde más lejito y decir «que pendejada», es absurdo engancharme en estas cosas, todas las cosas son formas y vacuidad, todo es impermanente, no vale la pena dejarme hundir en el pantano de mi mente de mono y me siento mejor.
El cuatro se rebela con palabras, ya no solo lanzas juguetes, lanzas palabras, lanzas miradas, empiezas a elaborar complejos mecanismos para mostrar tu frustración, para llamar la atención, para lastimarme(aunque no sepas que hay detrás del sentimiento de querer lastimar y aunque siempre te arrepientas inmediatamente).
A veces duele, pero no me lastimas. Yo sé, yo imagino, lo difícil que debe ser lidiar con tantas emociones nuevas.
Algunos días eres tan auto suficiente, que me sorprendo impaciente cuando decides volver a ser el niño pequeño que eres, que todavía viene a buscarme nada mas para pedir abrazos o que lo cargue, el niño pequeño que no quiere dejar el pecho ni ir a la escuela.
“Siempre vas a ser mi mamá” dices, “en todas mis vidas” respondo, y me quedo rumiando si en algún momento no querré ser tu mamá o si en algún momento tú no querrás que yo sea tu mamá. Ojalá mi mamá fuera otra, llegue a pensar en la adolescencia(otro limbo) ¿nos va a pasar a nosotros?
El cuatro se antoja un camino abierto, lleno de plantas y animales, bajo la luna, el sol y los planetas, rodeado por el mar, donde aún se escucha más risa que llanto.
El cuatro se parece a escribir una enciclopedia de nuevas definiciones, palabras, saberes, emociones. Se parece a un cine club infantil con las sesiones más animadas de análisis y las mejores botanas.
Lo mejor del cuatro, es que aún hay abrazos y besos, aún hay tequieros a todas horas y de la nada, aún somos lo más importante para ustedes y ustedes para nosotros, aún somos un núcleo solido de personas y gatos.
A Arturo lo conocí en los Scouts cuando teníamos mas o menos 13 años (tal vez más, tal vez menos) , la época de los scouts en la que pase más de diez años es muy entrañable para mí, como muchas etapas de mi vida estaba totalmente idealizada, con el paso del tiempo y la entrada del feminismo a mi vida, he ido quitándole los oropeles y aprendiendo de las violencias que vivi en el entorno. Ahora puedo decir que sí, fue una etapa entrañable pero también muy extraña de mi vida de la que escribiré algún otro día.
Arturo y yo éramos guías de patrulla, así es que nos veíamos mucho en reuniones, además nuestro grupo era una especie de gran familia (muy tóxica, ahora lo sé) donde pasábamos días enteros en la casa de nuestros jefes de grupo (algo super raro visto a la distancia y que después me entere si fue mala idea para algunos miembros), pero no convivíamos mucho porque pues, éramos adolescentes y estábamos en esa época en la que si le hablabas a alguien del sexo opuesto te jodían mucho y nos importaba mucho que no nos jodieran.
Recuerdo que un tiempo le apodaron «padrecito», no recuerdo si me enteré de la razón real, solo tengo presente la idea abstracta de que les parecía demasiado serio y correcto, a mí se me hacia una tontería molestar a alguien por ser responsable, serio o ético, pero meh, como ya dije no nos hablábamos mucho así es que no me importaba como le dijeran, sin embargo, esa idea hizo que me cayera bien, lo molestan por ser «buena persona», pensaba.
El tiempo pasó y los dos dejamos los scouts, normalmente eso le pasa a todos durante la vida universitaria, ya sea por pena (aunque no fue nuestro caso) o porque la universidad te absorbe. Nos perdimos el rastro mucho tiempo.
En aquel entonces, yo estaba empeñada en estudiar medicina, había fallado el primer intento, así es que mientras pasaba el año y lo intentaba de nuevo me metí a estudiar y trabajar como paramédico en la Cruz Roja (otra etapa entrañable y extraña a partes igual de mi vida), creo que la Cruz Roja es uno de los lugares más machistas en los que he estado, pero aunque me molestaba mucho, en aquel tiempo pensaba que era «normal» y dentro de la normalidad me empece a juntar con el grupo de Espeleo socorro, a cambio de soportar sus chistes sobre las mujeres limpiando o cocinando, a cambio de hacer la vista gorda a los chistes inapropiados, al ligero acoso sexual, yo podía ser parte de su pequeño grupo, salir con ellos de campamento, aprender a utilizar el equipo y explorar cuevas, ellos me llevaron a bucear a la media luna, con ellos vivi experiencias poco comunes, como pasar tres días adentro de una cueva, descender por espacios pequeños, a veces cuando lo recuerdo no puedo creer que yo, siendo tan miedosa como soy ahora, en aquel entonces era valiente, no por no tener miedo, sino por afrontarlo. A veces pienso que para zafarme de la posibilidad de ser acosada por el jefe, me busque un novio dentro del grupo. Al final fue mala idea, porque nuestra relación fue muy mala y el tipo ni siquiera me presentaba como su novia ante nadie, jajajaa, pero bueno…el punto es, que ahí, un día, volvió a aparecer Arturo.
Ya éramos mayores de edad y puesto que el grupo era mixto, no había tanto problema en que platicáramos, lo cual resulto fácil para ponernos al tanto de los scouts, así me entere que él estaba estudiando ingeniería, justo ahora no recuerdo si se lo pedí o él se ofreció, pero recuerdo que nos juntamos algunas veces en la biblioteca central para que me ayudara a estudiar matemáticas para mi nuevo intento al examen de admisión. Nos volvimos amigos. Yo mantenía esa idea de que él era «una buena persona», así es que baje la guardia y me permití salir con él como amigos, estudiar juntos, etc. sin sentir que en algún momento iba a «tener que pagarle el favor» ¿si me entienden, verdad?
Bueno, no me equivoque, aunque no super cercanos, nos volvimos amigos.
Yo entre a medicina y deje la cruz roja y el grupo de espeleo. De nuevo nos separamos. Hasta que un día recibí un correo de él, donde me contaba que estaba viviendo en Saltillo y que había dado con mi blog, así es que me leía frecuentemente.
Nos escribimos algunas veces y hoy, que ordenaba mi correo, encontré sus mails viejos y mi ultima respuesta empezaba con la frase que abre este post:
algún día escribiré de mi amigos que me manda mails y de lo bonito/raro que es ahora recibir un mail.
Me quede pensando en ello, así como dejamos de recibir cartas, también dejamos de recibir mails, porque ahora puedes «hablar» por whats o por instagram o por facebook o por twitter o por donde sea, ya no nos sentamos a contar en un mail como hemos pasado la pandemia, con quien nos juntamos en Navidad ni cuales son nuestros planes para año nuevo, ya no nos enviamos fotos como archivos adjuntos para que el otro las vea, solemos exponer nuestra vida a propios y extraños, mientras que a los amigos solemos escribirles whats kilométricos o mandar audios larguisimos quejándonos de la vida. Los mails quedaron para el trabajo, la amistad se mudo a otras redes.
No soy mucho de las personas que se apoltronan en un rincón a sufrir sobre lo «maravilloso» que era el pasado y como lo hemos jodido, digo, me quejo y sufro por muchas cosas ;P pero «elpasadoeramejor» no es una de ellas, me maravilla el presente y siento que el que las tecnologías cambien es el flujo natural de la humanidad, así es que no me voy a poner triste porque ya no recibo mails y en vez de eso recibo whats.
Solo tuve la necesidad de escribir sobre este amigo con quien me escribía y de repente, su nombre y su cara trajeron a mi memoria todos los lugares donde nos encontramos en diferentes etapas de nuestra vida, lugares preciados para ambos de diferentes maneras y la amistad extraña pero intima que surgío entre nosotros después. Una ventaja de los correos sobre los whats, es que los correos se pueden guardar y nos los podemos topar, como ahorita, sin buscarlos y es cómo abrir un portal a otra dimensión, una capsula del tiempo de Amelie, ¿se acuerdan, cuando Dominique Bretodeau abre la cajita con juguetes que secretamente Amelie ha hecho llegar a sus manos y sus recuerdos vuelven de golpe? Los mails, que guardamos de los amigos, son así.
Después de leer el correo le volví a escribir preguntándole como le ha ido, mi ultimo mail no lo respondió, espero que responda este. Arturo, si aún me lees, te mande un mail, escribí esto pensando en ti y como tengo apego a las cosas que permanecen un poco más, copie mi ultima respuesta en mi blog, para que tenga otro lugar donde vivir, además de mi bandeja de entrada.
20 de Agosto 2013 16:46
¡Hola! Me da gusto recibir tus mails :D, algún día escribiré de mi amigos que me manda mails y de lo bonito/raro que es ahora recibir un mail.
Que triste que las cosas no hayan funcionado y entiendo porque vives solo. Aveces, en un ejercicio de masoquismo -¿por que, qué más puede ser eso?- imagino que pasaría si las cosas dejaran de funcionar. Y definitivamente, la idea de regresarme a vivir con mis papás es la última opción. Siempre me veo viviendo en un lugar más chiquito o buscando rommie.
Lomuffin también llora cuando lo llevamos a algún lado en la transportadora, no llora fisicamente como tu gato, pero si, tienes razón, maullán de una forma tan lastimera 🙁
Mi mamá que "ni lo quería", casi llora de escucharlo maullar tan triste cuando nos lo llevamos de la casa. Los gatos, son los verdaderos animales de costumbres, sí algo odian es mudarse o las cosas nuevas (nuevos gatos, perros, hasta bebés), cualquier cosa que cambie su rutina los incomoda.Aunque parezca que su rutina es comer, dormir, jugar y cagar jajajajaja, pero así son.
No sé si cerrar el ciclo con tu ex sea bueno o no, personalmente creo que los ciclos se pueden "cerrar" de muchas maneras, incluso, dejar la comunicación abierta podría ser una forma de cerrarlo. Yo quisiera, en mi caso, si bien, no mantener ese canal abierto, sí por lo menos no sentir tensión cuando me encuentro a mi ex.
Como tú has leído mi blog desde hace mucho, tal vez recordaras que lo mío era una relación larga, ya habíamos cumplido 8 años y todo parecía indicar que seguiríamos así. Hasta que, precisamente, yo decidí que no quería seguir así, que quería moverme, avanzar.
El asunto de cómo termino o porqué termino tan mal no lo vas a leer en mi blog. Creo que cuando una de las partes cuenta porque se termino la relación es casi imposible no sacar a la luz los desaciertos del otro y yo no quiero hacer eso y mucho menos de manera pública.
Nunca vivi con él, pero todo San Luis esta lleno de su esencia, incluso mi actual novio, comparte recuerdos de él y aveces sin querer me lo recuerda (porque eran muy amigos, fuimos juntos a muchos lados, etc.) Al parecer, en mi caso, lo mejor es dejarlo ir. Porque él ya no quiere continuar nuestra relación de ninguna forma, entonces, no me queda más que respetar eso.
Mínimo, puedo hacer eso.
Si en tu caso ella esta aún dispuesta a ello, supongo que entonces depende de ti, de como te sientas en esa situación y de que preveas como te puede sentir en un futuro, en donde ella o tu continúen su vida con alguien más y lo complicado que puede ser si ese canal se mantiene abierto.
En fin, no soy buena dando consejos. Creo que mi único consejo es que nunca dejes de ver a la persona de la que te enamoraste, es decir, que no porque ya no tengan una relación, se convierta de repente "en mala persona".
He notado que la gente hace mucho eso.
Bueno, seguimos en contacto ¡un abrazo!
Volvimos a semáforo naranja y estamos a nada de volver a entrar en rojo. Hay semanas enteras en que me encuentro navegando tranquilamente el encierro, como si fuera un día cualquiera en el que por una u otra razón no salimos a la calle, hay otros que se me juntan los miedos y se me desbordan las ansiedades.
Volvimos a semáforo naranja y estamos a nada de volver a entrar en rojo. Hay semanas enteras en que me encuentro navegando tranquilamente el encierro, como si fuera un dia cualquiera en el que por una u otra razón no salimos a la calle, hay otros que se me juntan los miedos y se me desbordan las ansiedades.
Al principio de la pandemia, repase los miedos más profundos, nos colocamos voluntariamente en los peores escenarios para tratar de dilucidar, de adelantar “que haríamos sí”…
Obviamente el peor escenario es perder alguno de nuestros papás, niños o uno de nosotros, nos volcamos en los detalles prácticos, ¿quién se iría a cuidar a los que cuidaba? ¿qué tramites se deben hacer? ¿qué cosas deberíamos pedirles que tengan en orden?
Conforme ha ido pasando el tiempo, lo práctico va dando paso a lo emocional.
Estamos en octubre, ayer pusimos el altar de muertos y por una mala elección de palabras hice llorar a Dorje cuando entendío de golpe que “todos vamos a morir”.
Ya más tranquilo, ha ido entendiendo que mis abuelitos y mi gato, ya no están, pero que yo los recuerdo y todavía los quiero, que lo hago todo el año pero esta es una temporada extra especial en la que lo hacemos más y les comparto cosas que les gustaba en vida.
Mis papás me tuvieron jóvenes, así es que cuando mis abuelos murieron yo pasaba de los veinte años. Vivían en el DF y murieron repentinamente, no hubo tiempo de acompañarles y despedirles. Y no supe tampoco acompañar a mi papá en su orfandad. Ellos fueron mis primeros y tal vez mis únicos muertos, así de bendecida he sido. Y tal vez por la distancia, el duelo me fue ligero y se diluyo, hasta cierto punto era “natural”.
Pero ahora, en medio de esta pandemia, tengo el sentimiento de que ninguna muerte es “natural”. Claro que lo es, yo sé que lo es, porque nuestro cuerpo es frágil, porque desde el momento en que nacemos nuestro fin último es la muerte, porque la enfermedad es parte de vivir en este cuerpo humano, pero aún así no se siente natural que tanta gente, tantas familias tengan tantos muertos al mismo tiempo, por la misma razón.
Y en esa espera, en ese miedo latente de que llegue a tu familia y se complique y alguien cercano se vaya, se empieza a desplegar un miedo que creo es propio de este momento en la historia de la humanidad: el miedo a no poder despedirnos.
La covid 19, nos obliga a morir solos ya sea en casa o en el hospital, el no poder despedirnos, el irnos rodeados de desconocidos, me parece desolador.
Yo tuve hijos grande, así es que, últimamente me ha asaltado el oscuro pensamiento, de qué mis padres o mis suegros enfermen y mueran y mis hijos no se puedan despedir de ellos y de que pasaría ahora que son muy pequeños. Que simplemente algún día tenga que informarles que ya no están, que ese día que jugaron fue el último, que no van a volver y que sobre todo, no hay forma de decirles dios.
Yo quisiera que ellos llegaran a viejos y que fuéramos capaces los cuatro de cuidarlos y acompañarlos en su proceso de muerte, me da miedo que no tengamos esa suerte de acompañarlos, de tomar sus manos mientras se van de sus cuerpos.
Al mismo tiempo me doy cuenta que eso puede pasar con o sin pandemia, porque la gente muere de repente, sin despedirse, todo el tiempo.
Y de repente entiendo la importancia de pasar cada momento con atención plena con la gente que queremos…solo que estamos en pandemia y no podemos ver, ni abrazar a la gente que queremos.
Sé que esto se va a acabar y lo que tenga que pasar va a pasar, pero hay días que siento, que esta tardando tanto.