Ayer cumplí 41 años, me gustaría hacer uno de esos post inspiradores en donde les cuento todo lo que he aprendido este año, como he vencido incontables obstáculos creciendo con cada una de esas piedras en mi camino, pero la verdad, es que siento que de los 40 a los 41 no he aprendido nada.
Creo que he escrito de forma inconexa y en diferentes redes por qué acabe siendo fan de Bitiez, pero no en mi blog, pero si es una cosa importante en mi vida, así es que aquí va.
Estos días he estado pensando en lo difícil que es tomar mis propios consejos, tratarme como trato a los que quiero.
Nos mudamos a finales de febrero a lo que como broma local llamamos la Casa de Riley (¿se acuerdan cuando en Inside Out, Riley se muda y su nueva casa está toda fea…pues bueno…)
El cuatro se antoja un limbo, entre el bebé y el niño.
¡Hola! Me da gusto recibir tus mails :D, algún día escribiré de mi amigos que me manda mails y de lo bonito/raro que es ahora recibir un mail.
Volvimos a semáforo naranja y estamos a nada de volver a entrar en rojo. Hay semanas enteras en que me encuentro navegando tranquilamente el encierro, como si fuera un día cualquiera en el que por una u otra razón no salimos a la calle, hay otros que se me juntan los miedos y se me desbordan las ansiedades.