DISCLAIMER: Todo lo que escribo sobre crianza está relacionado con MI experiencia personal, MIS decisiones ( y las de mi pareja)***, lo que a MI me parece mejor para el crecimiento y desarrollo de MI hijo, no busco debatir, no busco convencerte de nada, menos, sí eres mapa. Te abrazo y respeto lo que tú consideres mejor para tu cría.
Hoy quiero escribir sobre algo que para mí ha sido todo un cambio de paradigma en mi vida: decidí ser una SAHM (Stay home mom o mamá que se queda en casa).
Para empezar, siempre dije que no quería tener hijos, *** hasta que un día quise tenerlos, A. y yo lo planeamos para el año en que también decidimos casarnos (sí, también dije que no iba a casarme «nunca») *** y empezamos a investigar estilos de crianza (teorías, procesos cognoscitivos durante y después del embarazo, el desarrollo de los niños los primero años, etc.) porque somos unos clavados, que se sienten infinitamente más tranquilos y empoderados entre más y más información tengan.
Según nuestros valores, decidimos adoptar la crianza respetuosa, la disciplina positiva, la crianza en brazos, el movimiento libre, la lactancia, el juego libre y aprendimos el termino de exterogestación***
El terminajo, ya lo había topado antes en mis libros de pedagogía (de mi muuuy abandonada segunda carrera en la UNAM ) *** y tiene que ver con la teoría de la evolución ; los seres humanos somos los animales más inteligentes gracias al tamaño de nuestro cerebro, nacemos con un 25 por ciento de desarrollo cerebral, y por e***llo nacemos siendo unos «inútiles» que necesitamos a nuestras madres para todo***, algunos estudios han revelado que la gestación del ser humano debería durar más (para que nuestro cerebro madurará más y naciéramos más listos para la vida, por así decirlo) pero si eso pasara, nuestra cabeza sería tan grande que no pasaría por el canal de parto, ahora hay cesáreas (y de hecho es una de las razones por las que te enjaretan una: que tu bebé venga muy «grande») pero nuestros antepasados se hubieran extinguido. ***
Entonces, básicamente, nos toca acabar de madurar afuera, con ayuda de los de nuestra especie para cubrir nuestras necesidades en los que aprendemos a comer sin ahogarnos, movernos, relacionarnos con otros, etc. Se considera que *** lo ideal entonces es gestar a tu bebé 40 semanas (que es lo que dura un embarazo normal) y exterogestar otras 40 semanas, es decir, que pase sus primeros nueve meses contigo, creando un apego seguro que lo ayudará en su *** crecimiento posterior, el slogan de la exterogestación es: 9 meses adentro, 9 meses afuera.
Con esto en mente, decidimos que yo me iba a quedar en casa a cuidar al bebé******************************************************por lo menos los primeros tres meses. Pero resultó que se acabaron esos tres meses y yo no me veía dejando que alguien más «cuidara» a mi bebé. Así es que decidí quedarme. Ya vamos para 8 meses ( y ahora que está en la Angustia de la separación, menos le puedo dejar).
Y vamos, que el punto de este post es ser sincera sobre mi experiencia, así es que debo admitir que no pocas veces me he sentido «avergonzada» o como un «lastre» cuando me doy cuenta que no he hecho «nada» en todo el día. *** Poco a poco me he ido dando cuenta, que esa sensación tiene que ver con las expectativas culturales de nuestra sociedad, mi abuela, mi mamá, varias tías, les tocó ser amas de casa sí o sí, y yo estaba sintiendo que de cierta forma traicionaba mi oportunidad de «salir de casa» de no ser una «simple ama de casa» como dice mi mamá, el sentimiento de «lastre» empeoró cuando me interrogaban sobre lo que hacía todo el día. ***
Sin dar crédito a que mi respuesta fuera: cuidar al bebé.
Para ellas quedarse en casa era 80% tener la casa reluciente y 20% cuidar a los crios. *********************************
Para nosotros como pareja es claro, trabaja quien puede trabajar, por el momento el bebé me necesita mucho a mí y a él le llegaron proyectos muy grandes ********************* que nos permite este lujo de que yo me quede en casa. Pero no me quedo a limpiar, esa es cosa de los dos. Me quedo a cuidar a nuestro bebé. A mi familia le desespera mucho eso, mi mamá me sugirió que le armara ya la cuna para que lo pudiera dejar ahí mientras hacía quehacer, no importaba que llorara, se «tenía que acostumbrar » (¿?) una tía me dijo literal: échalo en la andadera para que no te moleste y ponte a recoger la casa…
Poco a poco, me he dado cuenta de que esa es su visión porque así lo vivieron ellas, sus maridos no eran como el mío.
Nosotros (como dice León Benavente) más que ser pareja, somos brigada.
¿Lo más difícil? Aún y con el gran apoyo del marido que jamás se niega a cambiar un pañal, a detenerlo en lo que voy al baño, etc. es cierto que llega un punto en que te sientes sola. Con él trabajando fuera y dentro de la casa, no tengo relevo. Él no piensa, por ejemplo, voy a pasar una hora diaria con C. como algo que se debe de hacer, para él eso es un deseo, algo que tiene que hacer martes y jueves que voy a natación y a veces viernes que C. va a natación -aunque creo que tampoco se va a poder ya, porque últimamente llora y a él le afecta bastante. Es un «ojalá» pueda pasar tiempo con C. ojalá podamos salir los tres. Para mí no hay de otra y jamás termino el turno, por la noche y la madrugada también debo estar ahí. No soy de las que se quedan calladas, así es que no piensen que esto es algún tipo de queja pasivo agresiva, es una situación que se va a modificar con el tiempo, cuando C. sea más grande, le va a exigir más tiempo a él, y entonces dedicarle una hora para jugar (mínimo) va a ser un sí o sí, no un «ojalá». *** Por ahora no hay mucha iniciativa, digamos que yo soy la jefa, le cambia el pañal si se lo pido (pues yo sé si es hora de cambiarlo), lo baña si se lo pido, le cambia de ropa si se lo pido, juega un rato si tiene chance y el bebé está de humor, le da de comer solo si yo no estoy y le dejó biberón, nunca se niega y eso es mucha ayuda. *********************
Entonces ¿por qué el sentimiento de soledad? Aunque no estoy sola, y creo que aunque C. estuviera más grande y ya hablara, la verdad es que es***solitario pasar todo el día (y aveces la noche) con un bebé, sin mucho contacto adulto. Ahora entiendo lo importante que eran las tribus, donde las madres con hijos hacían todo juntas, entonces podían criar a la par que seguir siendo adultas. ************************************
Ya sé, van a decir que debería dejárselo y salir más con mis amigas. Pero aún antes de embarazarme, salir con mis amigas era complicado, es el típico: ¿que día puedes? Uy ese día no porque voy a correr, ese día no porque voy a la meditación, ese día tengo curso, ese día trabajo hasta las 7 y ahora le sumamos ese día no me lo puede cuidar la suegra, ese día A. tiene junta y luego cuando por fin se alinean los astros y hay un día en que podamos vernos, C. se pone de malas y pues hay que regresarse, porque hasta eso nos pasa, las mamás salimos siempre pensando en que «deberíamos quedarnos» y nos quedamos pensando en que «deberíamos salir más». De verdad, agradezco mucho las salidas al cine que tenemos algunos domingos el esposo y yo, y agradezco que mi suegra me diga mentiras: no lloro nada, se quedó dormidito, la pasamos súper bien jugando. Pues en el fondo sé que lloro un rato y a lo mejor por eso se quedó dormido, rendido y que si le deja el celular es porque ya no halla que más hacer para entretenerlo.
Yo no le dejó el celular, ni le pongo la tele para entretenerlo. De hecho, estos días me he dado cuenta que a veces pasamos todo el día en silencio, no ponemos música ni nada, solo estoy hablando sola como loquita y él escuchándome y balbuceándome de vez en cuando. Ya estoy tratando de modificar eso también.
A veces lo pongo en la mochila y salimos a caminar, esto lo estoy haciendo por salud física, pero también mental, así me obligó a vestirme, a peinarme. Cuando te quedas en casa, a veces ni eso tiene sentido ¿para que me visto? Nadie me ve, si a eso le suman que tanto el marido como yo somos «nudistas» es decir, apenas ponemos un pie en la casa ¡fuera ropa! Y más en época de calor, lo más natural es que nos la pasemos en calzones. ¿Peinarme? Para los jalones de pelo que recibo todos los días, que caso tiene. De maquillarme ni hablamos. Sí trabajará fuera de casa, me vería obligada a hacer todas esas cosas, por eso ahora estoy intentando salir todos los días, aunque sea al mercado, para obligarme a hacer esas cosas que te mantienen siendo «persona», hubo un tiempo que compraba todo lo que necesitaba desde el lunes y ese era el único día que salía, es fácil correr el riesgo de volverte ermitaña.
Que C. tenga ya 8 meses también me permite ya cargarlo en la espalda y ponerme a lavar trastes o hacer de comer. Otra cosa de quedarte en casa es la frustración de sentir que dejas todo a medias, nunca nada está terminado. Aunque ya dije que no es mi prioridad, por sentido común tampoco es que disfrute de vivir en un chiquero, por higiene de la cría, de nuevo, por salud mental, trató de recoger un poco por aquí, por allá. Pero es difícil terminar algo, por ejemplo, pongo a Cedric en el piso y me pongo a recoger el cuarto, antes se movía poco, así es que yo podía andar recogiendo trastes, ropa, basura, juguetes, papeles, aspirando, mientras no lo perdía de vista, pero ahora se mueve tanto, que apenas me alejo un poco y ya se paró y se fue de lado pegándose en la pared, ya se está comiendo un cable, ya está parado manoteando en los contactos de la luz (ya sé, esta semana compraremos los protectores), ya le está tocando las patas a alguno de los cuarto gatos que cada vez se acostumbran más a verlo y menos huyen de él o peor aún, les intenta jalar la cola (razón por la que podría llevarse un buen zarpazo), ya está recogiendo algo del piso y llevándoselo a la boca, «si bien me va» es una pelusa que escapó a la aspiradora, pero también puede ser una moneda, una uña de gato (sí, encontramos una uña de gato en el tapete) un pedazo de plástico, un papel, una toallita húmeda, un pañal que no alcance a poner en el bote (que ya moví lejos de su alcance porque se paraba y metía las manos, pero que ahora también quedó lejos de mi alcance para «encestar» pañales***como lo hacía antes). Así es que el cuarto se queda a medio recoger, entonces lo pongo en la mochila, lo paso a mi espalda y bajo a la cocina, tengo unos 20 minutos, máximo 30, antes de que empiece a llorar y a aventarse hacia atrás haciendo un arco exagerado intentando escapar de la mochila, en ese tiempo trato de lavar trastes, recoger TODO lo que está en la mesa, trastes de la cena, lo que dejó el marido después de hacer el desayuno y que ya no regreso a su lugar porque #tardeparaeltrabajo, los juguetes (si, ahora hay juguetes por todos lados), basura, etc. Si bien me va, toma una siesta, entonces lavo trastes-ordenó-hago la comida lo más rápido que puedo, pero normalmente jamás acabo de lavar trastes (y ensucio nuevos trastes cocinando) y lo único que me esfuerzo por terminar es la comida, a lo mejor por eso últimamente me gusta tanto cocinar, porque es lo único que sí termino todos los días -aunque aveces para que eso suceda, una noche antes dejó preparados (cortados o remojados) los ingredientes-. Obviamente, ensuciamos más trastes comiendo (y se suman los de la cena y la merienda), con suerte puedo lavarlos en la noche, pero hay noches que C. despierta cada 20 minutos pidiendo comer o contacto humano y es mejor dejarlos para otro día. Barrer, trapear, ordenar ropa, la sala o el baño, pasa exactamente lo mismo. Aspirar solo se puede durante el día, pero debes decidir en qué vas a gastar tus 20-30 minutos que C. esta de buenas en la mochila antes de que empiece los intentos de escape y los gritos, y normalmente gana: cocinar. Todo lo demás tiene que esperar otra oportunidad o que papá tenga suerte de tener tiempo libre para pasearlo por el pasillo o ver vídeos musicales. Gracia a que me quedé en casa C. ha avanzado un monto en su movimiento, ya gatea y se pone de pie y obviamente prefiere hacer esto que pasársela en la mochila, es aburrido para él, sobre todo si no me muevo y puede ir viendo cosas como cuando salimos a la calle (ahí sí pasa sin quejarse durante horas). Hemos intentando adaptar el cuarto para promover su autonomía, su cuna siempre ha sido más una extensión de nuestra cama y ahora ambas están en el piso, de forma tal que pueda bajar por sus propios medios al suelo. El movimiento libre propone que permitas a tu hijo explorar y desarrollar las capacidades de su cuerpo a su ritmo, lo dejas «ser», sin enseñarle cosas que ellos aprenden por sí solos, como gatear, pararse y caminar y claro, tampoco usas aparatos que les «enseñen» estas cosas, como gimnasios, columpios (esos en los que pones al bebé para que «brinque») andaderas. Es de verdad sorprendente y unos de mis lujos de SAHM ver cómo C. se ha ido desarrollando, estar presente en ese momento en que se le ocurrió ya no aventarse de narices de la cama al piso, sino que razonó que lo mejor era girar lentamente y bajar primero un pie y luego el otro, ver cómo se puso de pie apoyándose ***************** cuando pasó de arrastrase a ponerse en cuatro patas y avanzar rápido, los corajes que hace porque aveces le pasa como a los gatos, que llega a una posición de la que no puede salir solos y se asusta (por ejemplo se para, pero no sabe cómo regresar al piso cuando se cansa) Es maravilloso saber que está pasando tan rápido, tan natural, tan sano. Es porque puedo sentarme con él todas las mañanas y tardes en el piso, no para ayudarlo, pero para estar ahí para evitar que agarre algo que no debe, que se sostenga de algo que se va a caer con su peso, para que me voltee a ver buscando mi aprobación antes de detenerse de algo o las veces que lo he alcanzado a sostener cuando se le van las manos, verlo sonreír cuando logra algo nuevo. *******************
Aunque hay días que también es aburrido, ya comenté arriba, no puedes perderlo de vista. Intentar leer o estar**** en el cel es estar peleando para que no te lo quite, de la lap ni se diga, se cree gato y se quiere subir encima. ********************
Ya sé, parece que es muy difícil y desolador ¿no?, la verdad es que es como en todo, hay días buenos y días malos, hoy quise hablar de lo que no es tan cool, porque yo me sacudí (con ayuda del marido) la culpa, ya deje de creer que la casa debe estará reluciente y yo debo llenarme de actividades para sentir «que hice algo», porque ya entendí que quedarme en casa es un lujo para los tres, el esposo se**** puede echar proyectos chidos y pesados como en los que está con toda la tranquilidad de que en casa su bebé está cuidado por alguien que lo trata con amor, que no le grita, que no abusa física ni sexualmente (mundo enfermo en donde hay gente que viola bebés) de él, que tiene todo lo que necesita. Yo igual, además de que estoy contenta de no sentir que me pierdo nada de su desarrollo y de que estamos creando un vínculo sano. Y pues C. ¿Cuantos bebés quisieran tener a su mamá 24 X 7? Todos (me acorde de este corto tristísimo de Paris Je t’aime) Además creo que los beneficios se reflejan, C. es un bebé feliz y más tranquilo. En fin, por fin a los 8 meses, ya estoy del otro lado, pero todavía hay muchas SAHMs que siguen sintiendo que no son suficiente, ni las que trabajan sienten que son o hacen suficiente ( enserio, seguido vemos en nuestra tribu virtual desahogos de ese tipo) y no es culpa de ellas, sino de esta sociedad en la que no encajamos y que no es amable con las necesidades **********de un bebé y sus mapas.
El balance de estos 8 meses hasta ahora es positivo, aún no me arrepiento de mi decisión, me queda claro que esto es temporal, pues eventualmente y súper rápido Cedric va a crecer y todo esto será un recuerdo en mi blog.
Gracias a los tres lectores que llegaron hasta aquí, sé que mi post es algo incoherente. ********
Sobre eso, les cuento lo siguiente, mi esposo tierna, pero inocentemente me estaba insistiendo para que retomará mi blog, es más, hasta quería que hiciera un podcast, para que me motivara, para que no me aburriera, es muy lindo, pero la verdad es que aunque él crea que sí, no tengo tiempo. Aún así, decidí retomar mi blog porque es algo que si extraño. Cuando me siento a escribir, me pone de mal humor las interrupciones, que me estén hablando o preguntando cosas, es más, a veces ni música puedo escuchar porque me distraigo, hoy hice la prueba de escribir con bebé. Fail total.
Me puse de mal humor con él y eso no está chido, estaba pensando en que podría escribir la hora que él va a natación, pero creo que tampoco va a ser muy viable, intenté escribir en el celular, pero de nuevo, ya requiere más atención y se aburre de que no lo pele (además es peligroso no pelarlo). Todos los asteriscos que ven, son las veces que tuve que dejar de escribir por ir a moverlo, sentarlo, quitarle algo, etc. Las líneas de asterisco son las veces que de plano tuve que dejar de escribir por más de 30 minutos. Empecé a las 3 pm y son las 9:38 pm. Siento que escribí pura tontería porque a cada rato tenía que interrumpir y luego ya se me olvidaba lo que quería decir (el cerebro de mamá es cosa de otro post) . Podría intentar hacerlo en las noches, pero en las noches hay que trabajar (sí, le ayudó al marido en varias cosas de los proyectos en los que anda), o terminar los trastes o a lo mejor ordenar por fin mi lado de la oficina o recoger un poco el cuarto, a lo mejor bañarme lentamente o tal vez adelantar la comida de mañana o a lo mejor sentarme a ver alguna serie antes de que se despierte de nuevo…o dormir con él para que no se despierte casi nada; hoy fue un día pesado.
Kary Olmos
Hola Y. no soy mamá e igual «siempre» he dicho que «nunca» tendré hijos, pero me resulta muy interesante conocer toda esta dinámica. A lo largo de todo el post me pregunte que eran los ** y pensé que eran momentos en que te quedabas pensando en que escribir, pero cuando supe lo que realmente significaban tuve que leerlo todo de nuevo para imaginar el día tan cansado que tuviste. Pienso que tu labor es muy grande y muy amorosa, desde mi particular punto de vista creo que ser SAHM es un acto lleno de amor y generosidad, pues estas brindando todo tu tiempo a tu bebé, definitivamente no me imagino todo un día en casa, sin salir, el lunes de cafésito con la amiga, el martes de casa pero viendo series, el miércoles de cine 2×1, el jueves, viernes y sábado de chelas y domingo de neta nadie pero nadie me moleste. jajajaja creo que no podría ser mamá o no por ahora, pero como sabes soy hija única y mis abuelitos apoyaron a mi mamá (a falta de pareja) para que se quedara conmigo mis primeros dos años y aunque no recuerdo nada de cuando fui bebe estoy segura que fui muy feliz con mi mamá 24×7. Ahora que soy «grande» puedo valorarlo y agradecerle mucho todo lo que hizo por mi y los lugares a los que no fue, los viajes que no hizo y las fiestas que se perdió por quedarse a dormirme y abrazarme toda la noche. Bueno con todo esto que fue más largo de lo que pensé, solo quiero decirte que aplaudo mucho el trabajo que juntos hacen como papas A y tú, pero en especial tú porque después del post se que no ha sido fácil y reafirmo mi idea de que ser mamá no es un chiste ni un «es que fue un accidente», creo que es algo muy grande para lo cual se debe estar preparada, pero si algún día cambio mi «suich» y decido ser mamá, acudiré a ti porque quiero ser tan chida como tú. Felices 8 meses de ser mamá!!!!!
Rinchen Dolma
Awwww Kary ¡Gracias!!! no había visto tu comentario porque no había actualizado que me avisara cuando había comentarios nuevos hahahaha. La verdad sí es un gran trabajo, ahora me queda más claro toda esa onda que nos dice Ven. Damcho de porque debemos ver a todos como nuestras madres. Créeme que te entiendo perfectamente, nosotros por eso tardamos tanto en volvernos papás, estabamos muuuy a gusto con nuestra vida de viajes a festivales y fiestas enormes, sinceramente, yo creo que nadie debería ser mamá sin estar muuuy seguro de que quiere y sin haber pasado un buen rato viviendo esa otra forma de vida.
Y ¡Claro!, aquí estaré para darte consejos y echarte la mano y un abrazo cuando lo necesites sí es que algún día decides cambiar el switch 😀