No estaba muerta, ni andaba de parranda….estaba ¡Limpiando mi cuarto!

Cuando estaba terminando el semestre no tenia tiempo para limpiar mi cuarto, asi es que se fué llenando de papeles, basura, ropa y demás objetos regados. Cucarachas y ratones no, porque Lo Muffin los mata…eso sí, chingos de pelo blanco de gato.

Cuando ya estaba de vacaciones dije…¡Estoy de vacaciones! y el cuarto siguio empeorando, al grado que la semana pasada tuve que dormir en el cuarto de mi sobrino..jejeje…

Pero ya esta semana, dejé de vivir en el pecado de la huevonada, abrí mi temida libretita de «cosas que hacer» y bueno, para empezar con algo agradable inicie con el podcast del post anterior, lo siguiente era limpiar mi cuarto. Juro que tarde dos dias. Tire kilos de papel, ropa que ya no me quedaba (ni me gustaba), reacomode libros y peliculas, limpie miles de pelusas y pelo de gato, aspire todo lo que pude, barri, trapee, reacomode todos mis archivos, tire cosmeticos vencidos, acomode la ropa ya planchada y limpia que tenia viviendo en el cuarto de mi sobrino, etc. Ya solo estoy en la etapa de las «minuciosidades»: sellar con mi ex-libris todos mis libros y hacer una lista de los mismos, pegarle mi etiqueta a las pelis que faltan y agregarlas a la lista, lavar tennis y limpiar zapatos que lo necesiten, lavar bolsas y mochilas. Y hoy lave todaaaaa mi ropa, ya tenia ropa como de tres vidas pasadas, por Dios, tenia sucia la ropa que me lleve a Sigur..nomás densé una idea hace cuanto no lavaba, sino fuera porque tengo muchaa ropa interior y con el calor que hace casi no uso calcetines, hubiera acabado teniendo que comprar ropa nueva para ponerme…o lavando «pantsu» por «pantsu».

Y si no me creen….

Antes:

Después: