Tomar mis propios consejos
Estos días he estado pensando en lo difícil que es tomar mis propios consejos, tratarme como trato a los que quiero.
Anuar empezó su maestría en septiembre de 2019, la verdad cuando me dijo me empute un chingo. Teníamos un niño de 3 años y otro que aún no cumplía 1, que él decidiera entrar a una maestría de dos años implicaba que yo iba a seguir siendo mamá que se queda en casa sí o sí, porque encargarle los niños a las abuelas o escolarizarlos tan peques no era algo con lo que estaba a gusto. Además hizo todos los trámites y todo sin avisarme, sin preguntarme si estaba de acuerdo, obvio lo platicamos después que lo aceptaron, me dijo que la verdad todo lo había hecho muy al vapor porque se había enterado tarde de la convocatoria (y si conocen a mi esposo, saben que esto no es paro, es bien frito de repente) y que no pensó que lo fueran a aceptar, pero lo aceptaron, que si no estaba de acuerdo pues no entraba y ya .¿Ustedes creen que yo le iba a decir que no entrara? ¡Pues no!, estaba contenta por él, pero era una maestría PNPC, o sea, sí, nos iban a dar dinero, pero sabia que estaba menospreciando la carga de trabajo que iba a representar (he visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por hacer una maestría PNPC) , además se iba a quedar con su materia que daba en la Universidad, lo cual significaba que estaba entrando a un trabajo de tiempo completo en el que cuidar niños y ayudar en casa no iba a ser prioridad.
En fin, quedamos en que estaba bien que hiciera la maestría y eventualmente si yo quería volver a trabajar en ese lapso o algo pasaba y no podía hacerme cargo de los niños, podíamos encontrar la forma pidiendo ayudas a las redes de apoyo o escolarizándolos, que en el peor de los casos dejaba la maestría y ya.
En febrero de 2020, había empezado a intentar volver a las escuelas donde había trabajo y estaba empezando a buscar otros lugares para dejar curriculums, incluso estábamos viendo escuelas para Dorje, porque ya había cumplido 4 años y podía empezar el prescolar, pero como todos sabemos en Marzo de 2020 la nación del fuego atacó y todo se fue al carajo. Algunos de los proyectos freelance que teníamos se fueron al carajo, las clases se volvieron virtuales y el trabajo presencial , como todos sabemos se precarizo, amigos que tenían negocios de comida o que eran dentistas o tenían gimnasios, etc. de repente se encontraron frente a un panorama aterrador, incluso los que tenían trabajo “seguro” en empresas, se la pasaban tronándose los dedos de que la empresa quebrara o que los corrieran para mantenerla o que los descansaran semanas sin sueldo, sin embargo, durante todo ese tiempo, al menos económicamente, nosotros nos mantuvimos con el ingreso estable de la beca y para no perderla, Anuar trabajo mucho mucho y eso significo que yo también trabajé mucho en casa. Y bueno, sobre todo las mamás saben lo que ha significado maternar solas en época de pandemia.
Obviamente, Anuar paso por muchas etapas de presión y estrés, incluso el último semestre se le bajaron tanto las defensas por dormir menos de 3 horas al día por entregar cosas que le dio herpes zoster. Cuando lo veía así, cuando me decía que le daba miedo no pasar el semestre, nunca paso por mi mente que si eso pasaba significaba que él era un fracasado o que estaba tirando por la borda todo mi esfuerzo en cuidar niños y no dejar que la casa se volviera un muladar (al menos no al 100%), creo que hubiera pensado eso si aparte de dejarme con los niños se la hubiera pasado viendo netflix o pendejando, pero siempre lo vi esforzándose así es que siempre tuve esta idea de que si su salud mental o física se veía amenazada lo mejor era que dejara el posgrado, sin pena, sin duda, porque yo lo quería a él con o sin maestría y porque la beca se iba a terminar si o si en dos años, no valía la pena morirse por algo así. Bueno, afortunadamente logro terminar adecuadamente todos sus semestres y ya nomás falta la titulación.
Nosotros platicamos mucho y en una de esas platicas quedamos que cuando él terminara la maestría se iba a dedicar más a los niños y era mi turno de hacer lo que quisiera, trabajar, estudiar, lo que quisiera. Así es que estuve pensando que quería hacer, pensé en buscar trabajo, pero la pandemia aún no termina y todo esta muy precarizado, además siempre me ha parecido que prefiero seguir freelanceando y batallando de dinero con tal de tener tiempo con los niños y Anuar que conseguir un trabajo de todo el día por un sueldo muy bajo (y luego sin prestaciones ni nada, como andan los trabajos de ahora) obvio, si se tiene que hacer pues se tiene que hacer y ya esta, pero si podía mejor conseguir horas clase o algo parecido lo prefería, ahora con el covid, pues peor, porque que amsiedam arriesgarme a ir a trabajar presencial cuando aún no tengo mi esquema completo de vacunación, así es que estuve pensando en hacer lo mismo, meterme a una maestría, así iba a matar dos pájaros de un tiro, iba a estudiar y me iban a pagar por eso como en un trabajo, probablemente lo iba a poder seguir haciendo en casa y si tenia que ser presencial iba a iniciar cuando ya tuviera mi esquema completo o con poca gente.
La convocatoria se lanzo en octubre del año pasado y yo fui dejando todo porque me empezó a dar miedo ver la de a deveras, no estaba segura de si lo que se me había ocurrido de tema para hacer el protocolo tenia siquiera sentido, no tenia tiempo para estudiar para el exaniii menos para el Toefl, además son malísima en inglés, no pensé alcanzar el puntaje que necesitaba, total, en marzo nos mudamos a la casa de Riley, me aventé casi todo el acomodo yo porque Anuar estaba en su penúltimo semestre y literal había días que no lo veíamos para nada a pesar de que seguíamos encuarentenados. Decidí que lo iba a intentar y que pos si no se hacia pues ni modo. La bronca es que el limite para terminar los trámites era Junio y los exámenes que son requisito tienen fechas muy especificas, así es que las ultimas fechas que alcance fueron en Mayo y ya era de las pasas o las pasas, porque las que siguen son hasta Julio y ya no vas a alcanzar a meter papeles. Así es que Mayo fue un mes bien divertido en el que “estudiaba” (veía videos de youtube) para mis exámenes. El día del Toefl hasta me dio diarrea jajajajaja. Anuar me había dicho que me iba a dar unas dos semanas antes de la entrega para terminar lo que me faltaba del protocolo, pero pasaron cosas en la familia y total lo acabe terminado en las noches y en ratitos y sentí que era una porquería y que claro que iban a decir no gracias. Lo entregue nomás porque ya había pagado y pasado los exámenes. Y pues pase a la etapa de entrevista. En la entrevista tienes que hacer una presentación de 15 minutos donde explicas tu protocolo y luego las personas que te entrevistan te hacen preguntas y te dan sugerencias. Justo fue la semana en que Anuar tenia su entrega final y se enfermo, así es que no pudimos hacer relevo y tuve que hacer mi presentación y estudiar para mi entrevista en ratitos, los niños vieron tanta tele esa semana. Pues me destrozaron en la entrevista, me hicieron tantas correcciones que sinceramente pensé que ya, hasta ahí había quedado, pero pase a la ultima etapa, el curso propedéutico. Y ahora que sí es ya una posibilidad, ya me dio mucho miedo amigas, ya me quiero rajar.
Aparte es un sentimiento bien raro, me da miedo no quedar y me da miedo quedar, jajajaja, me da miedo no quedar por lo que eso significa, lo que es “fallar”, manejo muy mal fallar, es un trauma de la infancia, en mis tiempos los papás y las mamás no eran muy duchos con eso de la inteligencia emocional, ahora me doy cuenta que mi mamá trato de realizarse a través de mi, así que presionarme en la escuela era natural, yo era esa niña que lloraba si sacaba 9 porque sabia que me iban a regañar en mi casa, sufrí mucho en medicina, el otro día estaba pensando que si sigo viva es porque mi papá me dijo «si vas a seguir así de enferma por el estrés mejor salte», si hubiera sido la Simone Biles mi mamá me hubiera dejado de hablar un rato por salirme de la competencia, “fallar” y cambiarme de carrera implico años de reproches super hirientes de su parte, en fin, mucho trauma, así es que para evitarme esa presión extra nadie más que Anuar, un amigo y el twitter sabían que estaba haciendo (mis familiares no tienen twitter).
Me da miedo quedar, porque eso va a implicar mucho compromiso, mucho cambio en la familia, el miedo de entrar y no pasar de año, el miedo de no ponerme al corriente, digo, todos mis compañeritos tienen menos de 25 y se dedican a estudiar, yo siento aún tengo el mombrain muy activado, leer cosas tan complejas para armar el protocolo me costo mucho, escribir el documento no se diga, sé que el proceso de un posgrado no van a ser más leves, en fin; todo, todo lo que va a significar entrarle a la vida académica me da cosa. Pasé muy mala semana antes de iniciar el curso porque de verdad me dieron muchas ganas de auto sabotearme como siempre: mejor decir que “no quise”, que “no tenia tiempo”, a decir que no pude. Además me bajo y yo creo que por la vacuna, pero es una de mis peores menstruaciones en mis 28 años de reglar, me sentía hiper cansada y muy agitada emocionalmente.
Pero también durante esta semana he estado pensando mucho en lo que le digo a los niños cuando tienen miedo, cuando intentan algo y fallan, en lo que sentía por Anuar cuando él me decía que se sentía así, como un día que estuvo casi a punto de reprobar una materia.
Y pues voy a tomar mis propios consejos:
• No sabes si no lo vas a lograr si no lo intentas.
• Puedes intentar y si no te gusta, dejarlo, no pasa nada.
• Ser valiente no es no tener miedo, ser valiente es hacer las cosas aunque tengas miedo.
• Yo siempre te voy a querer sin importar lo que pase (nadie me va a dejar de querer si no entro o si me salgo)
• No tienes que ser el primero, no tienes que ser el mejor, lo único que tienes que hacer es esforzarte, dar todo lo que puedas.
• ¿Qué puedes aprender de esto?
• ¿Son más o menos los beneficios de hacerlo?
• ¿Son más o menos los beneficios de no hacerlo?
• Fallar esta bien, significa que lo intentaste y siempre puedes volver a intentar, ahora sabes algo extra, tal vez eso ayude a no volver a fallar.
• ¿Qué es lo más terrible que puede pasar? “Eso” (lo más terrible que puede pasar) ¿realmente es algo tan malo que sea mejor no intentar?
Y en serio, un día antes de ir al curso, estábamos platicando y Dorje me escucho y le platique que estaba nerviosa por regresar a la escuela y pues como siempre, nos dijo lo que le decimos de forma amorosa: tienes que ser valiente mamá, cuando termine vamos a ir por ti.
Me di cuenta que es injusto que le pida que haga esas cosas cuando yo no las hago, cuando yo quiero botar todo y hacerme bolita debajo de las cobijas.
A lo mejor suena a que pinche exagerada, pero creo que quien ha tenido ansiedad durante toda su vida o sindrome de la impostora, saben a lo que me refiero y lo abrumador que puede ser, después de todo, es algo totalmente mental y la mente es muy poderosa, para sacarte de ahí, pero también para hundirte.
Aunado a mis propias desavenencias mentales se agrega la culpa materna, ya saben, sentirme mal porque los tengo que levantar temprano, una noche antes Dorje se quedo llorando porque no quería que al otro día me fuera y cuando me fueron a dejar Aleph se quedo llorando en el carro, pasármela todo el día haciendo tareas o en clase en linea y no pelarlos mucho y saber que si me aceptan esa va a ser la rutina, no están solos, claro que no, Anuar esta con ellos, él se ha encargado de ellos toda la semana y así va a ser si me quedo, pero ¡ay!, este pensamiento recurrente de sentir que no la armas en nada ¿me entienden? ese sentimiento de que todo lo haces a medias y mal: no alcanzas a ser buena mamá, no alcanzas a tener la casa limpia, no alcanzas a terminar tu trabajo, no alcanzas a hacer tus cosas, no alcanzas a hacer tu practica religiosa (en mi caso), no alcanzas, te estiras y te estiras hasta que te rompes y ni así logras cubrir, alcanzar, armarla en algo.
Y como me dijo mi comadre (que me hizo un parote platicando conmigo y ayudándome a gestionar, te quiero Lali) no te das cuenta que la armas en un chingo de cosas y que estas intentado hacer la chamba de muchas personas y sea como sea, lo estas logrando, ahí va. Con ese «poquito» los niños siguen vivos y creciendo, con ese poquito comen todos, con ese poquito hay trastes donde comer, con ese poquito sacas el trabajo, con ese poquito los niños aprenden cosas y se ven contentos, con ese poquito tu pareja se siente querida, de poquitos ahí vamos.
Si te alejas a veces puedes ver lo absurdo que es ese sentimiento, pero mientras estas en esa dinámica es tan difícil darte cuenta.
También siento que me va a costar mucho trabajo ceder el espacio de cuidadora principal, soltar ese tiempo completo, sé que él va a sufrir siendo papá de tiempo completo, ya esta primer semana me estuvo diciendo cosas (que ya sé, que todas sabemos) que suceden cuando te encargas de los niños.
Esta que viene es mi ultima semana del curso propedéutico, ya la cague contándole a mi mamá que estoy aplicando, eso me mete algo de presión y al mismo tiempo fue muy liberador, como que ya decir “ay ya no tengo 13 años, ya alv” (aunque le dije por frita no por que lo hubiera planeado), ya me siento más tranquila, me ha gusto utilizar de mi cerebro para otra cosa que no sea criar, es increíble poder enfocarme en algo, empezarlo y terminarlo sin interrupciones, incluso si no quedo voy a estar contenta con esto, con haber llegado hasta aquí.
Y voy a agregar este consejo a los consejos que le doy a los niños y a mi misma:
@FalseKnees

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