Fantasma
Fantasma Amo las líneas nebulosas de tu cara, tu voz que no recuerdo, tu racimo de aromas olvidados. Amo tus pasos que a nadie te conducen y el sótano que pueblas con mi ausencia. Amo entrañablemente tu carne de fantasma. Francisco Hernández Tal vez fue, que no alcancé a desayunar o probablemente aún estaba dormida, […]
Fantasma
Amo las líneas nebulosas de tu cara,
tu voz que no recuerdo,
tu racimo de aromas olvidados.
Amo tus pasos que a nadie te conducen
y el sótano que pueblas con mi ausencia.
Amo entrañablemente tu carne de fantasma.
Francisco Hernández
Tal vez fue, que no alcancé a desayunar o probablemente aún estaba dormida, desvelada por haberme quedado frente al monitor, leyendo mangas sobre amores imaginados.
Tal vez, es simplemente que se acerca mi cumpleaños y entonces, te apareces entre la gente, para recordarme que yo me muevo y tú estas inmovil; petrificado en los 17 años.
Te veo avanzar entre la gente, sin voltear a verme y agradezco que no lo hagas, aprecio los pequeños signos que nos unen, las imagenes falsas que mi mente proyecta.
Cuando te veo andar entre los vivos, imagino que tomo tu fria mano adolescente y la abro como una fruta carnosa, para repasar con mi dedo tu palma sin lineas.
Tu voz se ha ido desvaneciendo en mi memoria y por ello, en mis aluciones no hablas; solo sonries -y esa sonrisa no la he olvidado-.
Tu aroma se cuela por la ventana de la oficina, bajo la cama, en mi ropa limpia y en dias como hoy, yo huelo a ti.
Fui a visitar a una medium, para hablar conmigo.
Leave a comment