«Ley de la causalidad» o Karma
Muchos siguen usando la palabra «Karma» como sinónimo de «castigo». Lo cual está, según el budismo, mal empleado. El principal error es que estamos muy acostumbrados al concepto erroneo del «yo». Como no me sé explicar muy bien, recurro a la transcripción de un capítulo que aborda este tema y algunos ejemplos. tomado del libro: […]
Muchos siguen usando la palabra «Karma» como sinónimo de «castigo». Lo cual está, según el budismo, mal empleado. El principal error es que estamos muy acostumbrados al concepto erroneo del «yo». Como no me sé explicar muy bien, recurro a la transcripción de un capítulo que aborda este tema y algunos ejemplos. tomado del libro: «Ocho principios del budismo zen» de Hakuun Yasutani Roshi
La ley de la causalidad (Primera parte)
El budismo nos enseña que somos en escencia iguales pero que al mismo tiempo nuestra realidad personal siempre es diferente. Tomemos como ejemplo las huellas digitales. Aunque hay miles de millones de personas en este mundo, por asombroso que parezca no hay dos juegtos de huellas digitales que sean similares. Éste es sólo uno de muchos casos en que las personas son totalmente distintas unas de otras. Paraq cada uno su entorno es diferente, así como su posición, experiencia, intelecto, capacidad, interés, visión de la vida y visión del universo. Nadie puede negar estos hechos.
La palabra ley en la frase «ley de la causalidad» significa que causa y efecto son inevitablemente justos y correctos. Sin importar el tiempo, el lugar o las personas que intervengan, los altibajos de la vida humana son determinados por esta ley. Estoy seguro de que entiendes esta explicación teórica. Sin embargo, al enfrentar nuestra propia felicidad o infelicidad personal tendemos a ignorar esta ley diciendo cosas como «Esto es un accidente», «Esto es mi destino» o «Esto es la voluntad divina» y cosas por el estilo. Quienes dicen semejantes cosas no comprenden la relación entre causa y efecto, la cual incluye pasado, presente y futuro.
Pasado, presente y futuro pueden dividirse de distintas maneras. Por el momento consideremos pasado como nuestra vida pasada, el presente como nuestra vida presente y el futuro como nuestra vida futura. Recuerda que la vida misma es un proceso eterno de nacimiento y muerte momentáneo. El buda dijo: «Si quieres saber la causa pasada, mira tu efecto presente: si quieres saber el efecto futuro, mira tu causa presente». Todas las situaciones de nuestra vida presente son efecto de una causa previa. Estamos cosechando el efecto de la causa que nosotros mismos sembramos. Por eso nuestra situación, ya sea buena o mala, es nuestra propia creación y no la responsabilidad de nuestros padres ni de nuestra sociedad. Tampoco desaparecerán los efectos de nuestros pensamientos, palabras y acciones de cada día, sino que nosotros mismos tendremos que escucharlos tarde o temprano. Éste es el punto de vista budista de causa y efecto y se le llama jigojitoku, la consecuencia natural de nuestros actos.
Ahora voy a enfocar algunos aspectos más específicos de esta ley universal de la causalidad. Los abordaré uno por uno. Primero, el aspecto de «causa y efecto al mismo tiempo» (en japonés doji no inga). Supongamos que me golpeo la cabeza (esto es causa); siento dolor (esto es efecto) y puede que diga «¡ay!» El golpe y al sensacion de dolor ocurren al mismo tiempo. Esto es doji no inga.
Tambien hay causa y efecto en momentos diferentes. Al rato puede que salga una hinchazón, que haya fiebre y que se infecte la herida, luego es posible que tenga que consultar un médico, por lo que incurriría en un gasto. Esto es iji no inga, causa y efecto en momentos diferentes.
Además esta le ley de causa pequeña y efecto grande. En este caso el tiempo es un factor: mientras más largo el lapso de tiempo entre causa y efecto, mayor el efecto. Por ejemplo, si ahorras dinero, mientras más tiempo lo guardas en un banco, mayor cantidad de interés que recibes. Por otro lado, si tienes una deuda y no la pagas durante mucho tiempo, aumentará a causa de los intereses adicionales. Piensa en tus buenas obras como ahorros y en tus malas obras como deudas. Así como cuando ahorras dinero es prudente dejarlo en el banco por mucho tiempo, te conviene ocultar tus buenas obras, y al igual que cuando debes dinero es prudente pagar la deuda lo antes posible, te conviene confesar tus malas obras. La gente ordinaria generalmente piensa de otra manera: cuando hacen algo malo, tratan de ocultarlo y cuando hacen algo bueno, quieren contárselo a otros y ser alabadas. Buda llamó a las personas asi: «seres ilusos con las patas arriba». Nuestros maestros nos animan a no llamar la atención al hacer algo bueno y si nos equivocamos quierene una confesión de nuestra conducta. Nos enseñan así, simplemente porque comprende plenamente la ley de causa y efecto y el aspecto de causa pequeña y efecto grande. Esto es inshokadai.
Ahora explicaré guyo, karma colectivo y betsugo, karma individual. el hecho de nuestra vida es que existimos separadamente, pero que al mismo tiempo nos interrelacionamos profundamente. Por supuesto no siempre resulta fácil discriminar entre el karma colectivo y el individual. En realidad, el karma es más sutil y complicado. Pero para poderlo estudiar es importante hacer esta distinción.
Supongamos que no enfermé. Eso es mi karma individual y nadie, ni siquiera parientes muy cercanos podrian sustituirme en esa enfermedad; sería yo quien tendría que soportar el dolor de una operación. Esa es la consecuencia natural de mi situación personal; sin embargo, por mi enfermedad podría ocasionar que mis amigos y familiares se sientieran ansiosos y si la enfermedad es grave, naturalmente afectaría las finanzas de mi familia. Esto es karma colectivo.
Estar viajando en un barco o manejando un coche cuando sucede un accidente es karma colectivo; pero debido al karma individual, alguien puede morir, otro puede resultar lesionado y alguien más puede salir ileso.
De esta manera, la causa de uno mismo aveces involucra a otros en su efecto. Al mismo tiempo uno también puede verse involucrado en el efecto de la causa de otro. Esto no se pude evitar, ya que uno y los otros no podemos, después de todo, separarnos.
La conducta de los padres tiene inevitablemente un efecto en la vida del niño. En la misma forma, la buena conducta de personas en pasadas generaciones causará felicidad a las generaciones sucesivas, mientras que las malas obras de personas que viven en la generación presente podrán ocasionar pena para nuestros antepasados.
Causa y efecto son en su mayoría causa y efecto personales (jigojitoku) pero tambien son posibles causa personal y efecto ajeno (jigotatoku) y causa ajena y efecto personal (tagojitoku). Lo importante sin embargo, es que tarde o temprano nosotros mismos tendremos que cosechar lo que hemos sembrado.
La ley de la causalidad (Segunda Parte)
A veces uso la palabra karma como sinónimo de causa y efecto. Cuando pensamos en nuestra vida ordinaria y en la de nuestros conocidos, nos puede parecer que algunas coincidencias están fijas, para siempre y que son inmutables hasta el día en que morimos. Por ejemplo, nacer hombre o mujer, nacer como blanco o negro, como japonés o chino. Aparentemente este tipo de condición nos guste o no, no puede ser cambiada nunca. No es exactamente así. Sin embargo, para poder conocer las diferencias entre éstas y otras clases de condiciones, las llamaremos karma fijo.
El karma no fijo es el que puede cambiar gracias a nuestros propios esfuerzos. Tomemos como ejemplo nuestra salud. Aunque una persona al nacer pueda ser un bebé muy enfermizo, si atiende su salud con cuidado puede llegar a ser un adulto fuerte y sano. Lo contrario tambien es cierto.
Asimismo, la duración de nuestra vida es una cuestión de karma no fijo. La longevidad se relaciona con nuestra honestidad y bondad, no tan sólo con nuestra salud. Si una persona es honesta y amable con los demás, puede prolongar su vida. En cambio si actúa despiadada o deshonestamente, con seguridad acortará su vida.
La riqueza y la pobreza son karma no fijo. En función de los esfuerzos, uno puede cambiar sus oportunidades de ser rico o pobre. La ley de la causalidad es una verdad inevitable de la uno no puede escapar.
Si la ley de la causalidad se interpreta mal, puede parecer que el budismo enseña el fatalismo. La idea del fatalismo viene de la noción de que la relación entre causa y efecto es fija. Por el contrario, causa y efecto son dinámicos; cambian constantamente según las circunstancias. Déjame darte un ejemplo, dos personas siembran semillas de cereal al mismo tiempo; una de estas personas cultiva su campo fertilizándolo con buen abono, mientras que la otra no hace más que observar la maleza. ¡Realmente habrá una gran diferencia en las cosechas!.
Cualquiera que sea el efecto, existe una red infinita de causas interrelacionadas, pero también se pude decir que hay una causa principal o primaria y causas secundarias. Tomemos como ejemplo un frijol. La semilla por supuesto es la causa principal de la planta pero ésta requiere de agua, tierra y sol, que son causas secundarias. Sin tales causas secundarias las semillas de frijol no retoñaran, no florecerán ni producirán frijoles nuevos. (…)
Entre causa y efecto, la causa secundaria existe como un factor muy importante. Aun cuando personas diferentes tengan causas similares, los efectos serán buenos o malos dependiendos de las causas secundarias. Según dijo el Buda: «Aunque vivamos centenares de miles de millones de eones, el karma no desaparece. Cuando la causa principal (karma) se une con la secundaria, se puede apreciar el efecto».
Tenemos la tendencia a creer que un mal efecto no puede ser cambiado, que es resultado de la causa principal y de la causa secundaria y ya; pero en función de nuestra actitud, un mal efecto puede tornarse bueno. Supongamos que alguien es encarcelado y no puede escapar. Esto es un efecto. aún así, la forma como se acpeta la situación depende de él. Posiblemente opte por arrepentirse y volverse un hombre bueno o tal vez, prefiera pensar que por ser un «delicuente empedernido» más vale cometer su siguiente atraco con mayor destreza. Si, en cambio, aprovechar el encierro para su entretenimiento espiritual, puede ller buenos libros con este propósito, iniciarse en una práctica espiritual, etc. Con esta actitud uno alterará de modo importante su condición. Nuevamente puedes ver como el fatalismo es una concepción equivocada. Nada es fijo. La ley de la causalidad puede aprovecharse si se comprende bien y la usa sabiamente.
El hombre y su entorno no estan separados. La situación de uno no es creada ni por dios ni por el diablo, sino que es una consecuencia natural de los que uno mismo hace. Nos expresamos por medio de la acción, las palabras y el pensamiento aun cuando no sepamos lo que es bueno o malo. Estas acciones hacen eco dentro de nosotros e influyen en nuestra personalidad.
Cuando nuestra personalidad cambia, tambien lo hacen las circunstancias. Al mismo tiempo, esto es parte de la causa y efecto y uno no puede evitarlo.
La naturaleza búdica es absolutamente igual para todos, mientras que la causa y efecto (karma) es absolutamente diferente para cada uno, pero la igualdad y la diferencia son dos aspectos de un mismo hecho. Por lo tanto, sin importar las condiciones-por miserables o felices que seamos- todas ellas no son sino las formas siempre cambiantes de la naturaleza búdica. Hay una gran diferencia entre aceptar las cosas como son en este momento y caer en la pasividad ante nuestra capacidad de influir en el futuro. Por ser importante, diré de nuevo que causa y efecto no pueden ser fijados, el karma es algo dinámico. De modo que si una condición te hace infeliz, no vaciles en cambiarla para poder en último término producir los resultados que deseas. Si trabajas duro y con paciencia, con todas tus fuerzas, podrás alterar cualquier condición desfavorable. (…)
(…) Es preciso comprender que si perjudicamos a otros o les causamos problemas, tarde o temprano también tendremos que prejudicarnos o causarnos problemas a nosotros mismos. Sin embargo, sabemos que ciertamente hay quienes se dedican a los demás per no se acarrean nada bueno y que hay otros que viven egoístamente pero pasan la vida felices. Para poder comprender este extraño fenómeno tenemos que entender la idea del karma anterior.
Sólo podemos ver lo que está sucediendo ahora mismo, nos cuesta trabajo ver tanto el futuro como el pasado. Supongamos que estábamos viajando en un tren cuando ocurrió un accidente que cobró muchas vidas; diríamos que la compañia de ferrocarriles tuvo toda la responsabilidad por el accidente, no los pasajeros. Esto puede parecer lo más acertado según el sentido común; no obstante, supongamos que hubo un terremoto y que murieron miles, ¿a quién se podría culpar de esto? .Pensamos que nadie es responsable de la muerte de alguien en un temblor, sino que el temblor en si mismo es la causa de la desgracia.
Por otro lado, reflexionando profundamente sobre esto, la situación no es tan sencilla. La relación entre todos los animales de esta Tierra y la Tierra misma es muy profunda. Cuando ocurren desgracias no podemos afirmas que sea culpa de la Tierra y cuando ocurren cosas buenas, que éstas se deben a los seres humanos. Un temblor sucedió porque tuvo que suceder, no habia intención alguna de hacer daño a nadie. Si alguien muere, la responsabilidad en el sentido más profundo es suya, ya que esa persona se encontraba allí en ese momento, estaba allí por querer estar alí o tener que estar allí. Al mismo tiempo cuando alguien muere en un temblor a causa de la mala construcción de sus departamento, hay una red de responsabilidades porque el contratista evitó los códigos de construcción, las autoridades aceptaron sobornos, éstas fueron impuestas por un político amigo y este político fue elegido por el pueblo. Al investigar más, descubrimos que la persona que murió no votó en las elecciones pensando que no era importante. En fin, hay una red de conexiones entre todos los sucesos y nunca estamos fuera de esta red. El egoísmo nos hace incapaces de ver estas conexiones.
Si dos personas chocan en una calle oscura, las dos son responsables, las dos deberían pedir disculpas y seguir sus caminos. Ésta es la sabiduría humana y así debería suceder. Lamentablemente si hoy en día chocan dos autos, los dos gritan al mismo tiempo: «menso» y reclaman «Tú tuviste la culpa». Esto es, porque han perdido su sabiduria humana. Por su egoísmo la gente solo puede ver uno de los lados de una situación.
Según yo, si uno tiene su mente fija en el entendimiento egocéntrico y falso, su forma de vida provocará mucho sufrimiento. (…)
Crestfallen
yo siempre he sido victima de todas estas leyes o puede ser simplemente que soy un malvibroso que cree que todo lo malo le pasa, en si mi vida diaria es un karma no necesariamente en un sentido negativo pero he pagado mis deudas en este universo…una pregunta cual dirias tu que es la diferencia entre beautiful freak y nitezdu ya que a veces en los comments posteas con una o con otra tiene que ver con tu estado de animo o algo mas…?
nitezdu
Hi Crestfallen, yo creo que todos estamos sujetos a estas leyes…que bueno que ya pagaste tus deuda…a mi me da miedo el dia enque me las cobren..jejeje.
Yo diria que son etapas; Beautiful Freak nacio para esconderme al escribir en el Fanzine Hijo Bastardo,pero tambien me identifico como una adicta a mi antiguo blog, mientras que Nitezdu, ya es una palabra inventada por mí, algo que -me gusta pensarlo así- no existiría si yo no estuviera aquí y nacío a la mitad de mi antigüo blog, pronto me di cuenta de que gustaba ser más alguien inventada por mi misma, que alguien hecha por dos palabras en otro idioma que recordaban una rola de los Eels. El porque posteo con una u otra tiene un origen más «pagano». Normalmente cuando posteo en blogger lo hago con mi perfil anterior en la cual me nombro BF, no quise cambiarlo porque siento que es como perder la «infancia», mientras que acá estoy como Nitezdu y trato de hacer todo lo demás con este seudónimo…lo mismp sucede con los comentarios, aveces estoy dentro de mi cuenta blogger y sale como BF automaticamente..
Saludos 😀